Durante los
últimos días, mi Facebook se llenó de preciosas fotos de conocidos japoneses
que, felices, mostraban su recién recibido título de finalización de estudios.
Pero su caso no era el único porque en todo Japón, estas semanas son destinadas
para despedir a los estudiantes que terminan un ciclo (sea éste primario,
secundario o universitario). Investigando un poco, me enteré que los actos que
festejan este cambio en la vida de los alumnos tiene un nombre: sotsugyouishiki
(ceremonia de graduación) y se realiza, siempre, de una manera específica.
El
sotsugyouishiki generalmente se celebra el mismo día en distintas escuelas de
una misma región, por lo que se hace difícil asistir a más de una. Lo que sí se
tiene en cuenta es que no coincidan las fechas con los niveles superiores.
El evento en
concreto se inaugura con las palabras formales del Director para luego izar la
bandera y cantar el himno nacional. Como se espera de todo acto de graduación,
un representante de los alumnos es elegido para dar un discurso hacia sus
compañeros. Para cerrar esta primera parte, la autoridad retoma la palabra e
introduce a los dignatarios que se acercaron a saludar a los estudiantes.
Para no hacer
del sotsugyouishiki una ceremonia aburrida, lo usual es que las orquestas
escolares toquen música previamente elegida por los alumnos mientras éstos se
levantan a recibir sus títulos. También es costumbre que, posteriormente a esta
sección, se hagan dedicatorias a los profesores que los acompañaron en esa
etapa y a quienes les obsequian ramos de flores.
Al finalizar,
se ovaciona a los recién recibidos mientras se levantan y salen del auditorio.
Los alumnos más jóvenes no se quedan afuera: arman una especie de guardia de
honor alrededor de ellos, despidiéndolos por última vez mientras entran a un
nuevo mundo –de estudios superiores o de búsqueda laboral–.
El
sotsugyouishiki es una ceremonia importante con mucha preparación y se tiene en
consideración hasta la etiqueta: mientras los hombres usan sus mejores trajes,
las mujeres eligen lucir su kimono más coqueto. Además de pensar en la
decoración, la música y las palabras alusivas, las chicas prestan suma atención
a qué ponerse, con qué accesorio combinarlo, cómo peinarse, etc. Si bien es
común utilizar vestimentas heredadas, también está la opción del alquiler: en
el 2012, cuando estuve en Tokyo, visité una Universidad en donde se exponía una
serie de kimonos (totalmente adorables) que se podían pedir prestados para
estos actos. De hecho, había catálogos con los precios detallados de cada una
de las opciones de vestimenta, adorno y calzado.
Catálogo de vestimenta para alquilar |
Otras opciones disponibles |
Evidentemente, en Japón nada es dejado al azar,
¿no?
Colaboración para Yokichi Eventos: http://www.yokichieventos.com/novedades/japon/la-entrada-a-un-nuevo-mundo/