Monday, October 27, 2014

Una telaraña sobrenatural

         “Sé muy bien que nuestro trabajo ya es de por sí lo bastante complicado como para añadirle además fuerzas sobrenaturales...”. Esa frase sintetiza la nueva novela de James Oswald, Causas naturales. Como todo en su historia sobre sangrientos crímenes, investigaciones policiales y ritos para convocar al diablo; no está dicha al azar.
         El protagonista es el flamante inspector escocés, Anthony McLean, quien se ve sobrepasado por problemas personales y laborales: no sólo tiene a su abuela en coma, sino que debe resolver una creciente cantidad de asesinatos que se están produciendo a su alrededor. Entre ellos, está la aparición del cuerpo de una chica en lo que aparenta ser un ritual: “tenía los brazos extendidos, en una especie de parodia de una crucifixión, y las manos sujetas al suelo con clavos negros de hierro cuya cabeza alguien había doblado hacia abajo para que no pudiera sacarlos. El tiempo había convertido la piel de la joven en algo parecido al cuero; las manos eran garras y el rostro, una mueca de suprema agonía.”
         A lo largo de 65 capítulos, Oswald retrata el lado perverso de Edimburgo con meticulosidad y algo de morbo -no haciendo diferencias entre una sala de hospital y un cuerpo mutilado- porque, tal como afirma el autor, “toda vida se caracteriza por un sinfín de pequeñas tragedias”. Ninguna de esas descripciones, sin embargo, atrasa la historia: en Causas naturales no hay un minuto de respiro, una acción sucede tras otra y, aunque no se note al principio, todas están relacionadas entre sí.
         Lo curioso de la novela, dejando de lado la sorpresiva combinación de elementos policiales con detalles sobrenaturales, es que Oswald incluye, luego del epílogo, lo que denomina “El capítulo inicial”. Con una breve introducción en la cual explica que su idea original era la realización de una narración corta para un concurso, presenta una descripción de 500 palabras sobre el asesinato más importante que McLean debe resolver.
         Además de ser autor de libros, James Oswald es un granjero escocés que se convirtió en fenómeno editorial británico debido a una primera publicación de la historia en forma online. Principalmente dedicado a la fantasía -fue guionista de cómics-, decidió probar suerte con las novelas policíacas gracias a la recomendación de su amigo, el escritor Stuart MacBride, quien influenció en su trabajo junto a Neil Gaiman.
            Causas naturales es el primer libro, de una saga de cuatro, protagonizado por el inspector McLean. Bien podría tratarse de una macabra combinación de las novelas de Raymond Chandler y Dan Brown. Como ellos, Oswald construye una telaraña de sucesos y tragedias que, con el paso de los capítulos, se va deshaciendo hasta encontrar la respuesta que todo lector del género busca: ¿quién lo hizo y por qué?

Autor: James Oswald
Editorial: Planeta
Páginas: 464

Reseña publicada en el diario EL DIA.