Protagonistas: Jason Ritter, Alex Hirsch, Kristen Schaal
Los dibujos animados nunca van a pasar de moda. Sea que tengamos 10, 27 o 60 años, siempre hay nuevas series en este formato que, por una u otra razón, terminan llamando nuestra atención y nos sorprenden gratamente.
Gravity Falls es una de ellas. Cuenta la historia de los hermanos mellizos, Dipper y Mabel, que viajan a Oregon a pasar el verano con su tío abuelo Stan Pines. Lo simpático de la propuesta va de la mano del trabajo de su pariente: tiene una casa atrapa-turistas llamada Mystery Shack (Cabaña del Misterio) en donde aprovecha su personalidad de chanta profesional para ganar más dinero. Entre personajes inocentes, simpáticos, locos -y hasta algunos demasiado turbios-, los hermanos encuentran un diario que recopila situaciones sobrenaturales que acontecen en el pueblo.
Desde entonces, la serie -creada por Alex Hirsch- no deja un minuto de respiro: durante dos temporadas, presenta incontables seres sobrenaturales, grandes códigos a descifrar, historias que vuelven sobre sí mismas, secretos que cubren otros secretos y un antihéroe que uno ama odiar.
Aún cuando no se tenga demasiado tiempo libre, los 20 minutos de cada capítulo pasan volando y es altamente recomendable para cualquier momento de la vida ya que, además de su perspectiva mágica y de aventuras, Gravity Falls termina siendo -al final del día- una hermosa historia sobre la familia.